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Tipos de personajes. Mi formación en la escuela de escritores de Madrid

7 noviembre, 2019
tipos de personajes

Llegué a la tercera clase del curso de escritura de la Escuela de escritores, donde trataríamos los diferentes tipos de personajes, bastante dolida. Nos habían mandado los apuntes, junto con la propuesta de ejercicio, una semana antes. Me gusta como explican cada tema porque está escrito de forma sencilla y con muchos ejemplos. Se hacía especial hincapié en los personajes redondos y planos. Pero había un párrafo que me molestó:

«Y también son planos la mayoría de los personajes (incluidos los protagonistas) de los cuentos de hadas, las novelas de aventuras, policíacas, infantiles, de reinos mágicos o de ciencia-ficción»

Me quedé impactada y un tanto fastidiada por la parte que me toca como escritora distópica. Pensé que no entendía correctamente la frase, así que pregunté a algunos amigos escritores. Concrétamente una de ellas me dijo algo en lo que pensar: podían referirse a novela clásicas, donde era más común este tipo de personajes planos.

Antes de continuar me gustaría explicaros la diferencia entre estos dos tipos de personajes, que explicaban muy bien en los apuntes:

Tipos de personajes: redondos

En las novelas son personajes más complejos y que evolucionan a lo largo de la misma. Es lo que se denomina arco del personaje. Una cosa que comentó el profesor, y lo que estoy totalmente de acuerdo, es que las características de estos personajes, que les da su complejidad, se eligen en función de la historia. Por poneros un ejemplo, en mi primer libro quería hablar de la depresión y el sentimiento de culpa y como intentamos recuperarnos. Así que tenía que crear un personaje que hubiese pasado por un hecho traumático y que atravesase por un proceso de recuperación. A partir de ahí, cree su ficha con todas las características que yo necesitaba para contar la historia. Mi personaje se creó en torno a ella porque yo soy una firme convencida de que las historias de las novelas deben prevalecer por encima de todo. Y todavía más que las historias, los temas que queramos abordar, pero esa es mi visión, que no tiene que coincidir con la vuestra.

Conocer el arco de estos personajes redondos hace que muchas veces te fastidien los libros y las series, pues ya sabes que le va a pasar a un personaje o que camino va a seguir, por lo que es muy difícil sorprenderte. Pero es algo que creo que es normal cuando ya tienes un conocimiento como escritor: que ninguna novela se vive de la misma forma.

Estos personajes redondos suelen ser los protagonistas. Si un secundario empieza a tener una historia interesante y a tener más peso puede ser un problema porque la atención se vuelve hacia él. Así que no nos queda otro remedio que darle más protagonismo fuera de la historia (creando otra) o sacrificarlo por el bien del personaje principal. Adiós pequeño personaje plano, vuela alto.

escribir una novela

Tipos de personajes: planos

Suelen ser los secundarios. En los apuntes se incide mucho en que no son malos personajes, son necesarios para la historia, pero hace falta mantenerlos en un segundo plano porque si no pueden robar la historia (ya sabes, «adiós pequeño personaje plano, vuela alto»). Digamos que son los puntales de los personajes principales y de la historia, para darles mayor sentido.

Respecto a ambos personajes hay algo muy importante, que siempre nos recalca el profesor: el escritor no puede ser el narrador porque si no las voces se confunden. Si tengo dos protagonistas que piensan los mismo porque les he creado como un reflejo de mí, al final el lector se da cuenta. Así que tenemos que esforzarnos por crear personajes que no se parezcan a nosotros (aunque tengan rasgos o sentimientos, estos últimos al fin y al cabo son universales).

No sé como lo hacéis vosotros, pero para mí los personajes son Frankenstein de diferentes personas. Aunque en mis primeros escritos elegía a gente que conocía y las describía, cosa que me resultaba más fácil, ahora tiendo a insertar características de unos y otros. Crear un personaje de la nada me parece muy complicado, pero hacer una unión de muchos es muco más fácil.

Para eso me creo fichas en Scrivener con fotos de actores, porque nunca se sabe si Netflix me pedirá opinión cuando transformen mis novelas a series. Mejor tenerlo todo preparado.

Pero volvamos al párrafo que tocó mi corazoncito y lo que comentaba mi compañera de los clásicos. Había leído sobre esto, que se creaban personajes de este tipo, sobre todo en novela romántica, para que las mujeres se identificaran con el personaje y compraran los libros, los llamaban Mary Sue. Y funcionaba. Pero en la actualidad los lectores quieren personajes más elaborados y se sienten traicionados si los personajes son clichés aburridos.

Así que me fui con mi corazoncito roto a clase y se lo dije al profesor toda indignada, esperando una larga charla al respecto. Pero, como suele pasar en la vida, su respuesta no fue la que me esperaba. Me dijo: «tienes razón, las novelas actualmente de estos géneros ya no son así». Y no pude decir nada más. Se estableció un debate interesante en clase y nombramos novelas de esos géneros que no seguían esa pauta: Mr Mercedes (thriller), El conde de Montecristo (aventuras) o El cuento de la criada (ciencia ficción). Por fortuna los personajes han cambiado, por lo que también muestra lo que ha evolucionado la literatura a lo largo de los años.

Para terminar el artículo, os dejo mis ejercicios de las dos últimas semanas y la valoración del primero (en clase) y el segundo (este no dio tiempo a leerlo en clase así que el feedback es de una compañera correctora, Ana Escudero)

Ejercicio 3: «Los personajes de la historia». Describir personaje a través de las acciones. Mantener una única escena, un solo espacio y tiempo. 600 palabras.

Mi idea en todos los ejercicios, como os he dicho antes, es escribir de forma conectada y, si es posible, narrar una historia. Os dejo el feedback al final.

EL HOMBRE

Las campanillas sonaron al entrar por la puerta. Dejó la barra a su izquierda sin prestar atención a los atareados camareros y al ruido de la vajilla chocando. Su objetivo era la librería del fondo, abarrotada de novelas desiguales que formaban un colorido mosaico. Hojeó el primer libro a su alcance, sin molestarse en leer el título. Desde su posición privilegiada escaneó la estancia de arriba a abajo, de izquierda a derecha. Su atención recayó en un muchacho delgado y solitario que escribía arrinconado en una de las mesas. Sin dejar de observarle, tiró con desgana el libro sobre la balda y cogió otro cualquiera. Una mesa quedó libre a su lado, era el momento: sin soltar la novela, respiró profundamente, se colocó la chaqueta impoluta y se apresuró a ocuparlo.
Sentado a escasos metros del muchacho se percató del título del libro: «La historia interminable». Leyó con avidez la sinopsis que desconocía.
—Buenas noches, ¿qué va a tomar? —interrumpió un camarero.
—Café.
—¿Cómo lo quiere?
—¿A qué se refiere?
El camarero arqueó las cejas extrañado.
—Cortado, largo…
—Me da igual —aclaró el hombre con un susurro de voz, no quería que el muchacho le oyese.
El camarero abrió la boca para decir algo, pero en el último momento se arrepintió, dio media vuelta y fue en busca del café.
El hombre se fijó en lo ensimismado que el muchacho escribía. Dejó caer el libro al suelo golpeándolo con un sonido hueco. El escritor, sobresaltado, levantó la mirada y se agachó a recogerlo. Al ver el título se le iluminó la cara y habló:
—Un libro precioso, sobre todo si escribes.
—Sí, toda la razón —dijo el hombre sosteniendo el libro que le tendía el muchacho—. ¿Eres escritor?
El muchacho río.
—Lo intento, ¿usted también?
—También lo intento.
—¿Ha publicado algo?
—Todavía no, pero estoy en ello. Mi santa madre es escritora, sería un mazazo para ella si no lo hiciera —ironizó.
—¿En serio? —preguntó el muchacho intrigado— ¿Es conocida?
—Sí, escribe novela romántica. Si te dijera su nombre, luego tendría que matarte.
Ambos rieron. El hombre sintió vibrar su bolsillo y sacó un teléfono. «Mamá», se leía en la pantalla. Cortó la llamada lo más rápido que pudo y sintió una arcada. Eliminó las notificaciones y lo guardó.
—¿Se lleva bien con ella? —preguntó el muchacho— Le enseñará mucho.
—Maravillosamente.
El camarero dejó el café sobre la mesa. El hombre lo levantó e hizo el ademán de brindar con el muchacho. Este, que tenía su bebida medio vacía, le siguió el juego. Las tazas chocaron emitiendo un característico sonido cerámico. El hombre tragó un sorbo y casi vomita por la amargura del líquido.
—¿No le ha gustado?
—Sí, adoro el café, pero estaba demasiado caliente —mintió.
Continuaron la conversación durante más de una hora, aunque casi toda fue monopolizada por el muchacho que quería ser escritor.
—¿Va a clases de escritura? —preguntó el muchacho.
—Me apunté a un curso en Alcalá de Henares, pero no sé si podré acudir al final. El trabajo, ya sabes.
En esa frase había dos mentiras. La primera, que no iría al curso porque descubrió que era más fácil buscar escritores que no estuvieran relacionados. La segunda, que no había trabajado un solo día de su vida, las ventas de su madre le permitían vivir del cuento porque como escritor, a pesar de la presión de ella, no tenía talento.
Lo de asesino en serie se le daba mejor.
Cuando salieron del local el muchacho preguntó:
—¿Cómo se llama?
—Leónidas, y si quieres puedo decirte el nombre de mi madre.
—Entonces tendría que matarme —recordó el muchacho con una mueca divertida.
Y así fue como Leónidas reveló el nombre de su madre a su treceava víctima.

MJ Moreno – 630 palabras – 20/10/2019

Me dijeron:
– El ejercicio cuenta una historia.
– Personaje bien dibujado a través de su acciones.
– Final interesante
– Diálogos bien realizados y que aportan valor a la historia.
– Original.Quería hacer un guiño a la realidad. Leónidas era un alumno que estaba apuntado al curso pero que nunca vino. Me divertí pensando cuál era su historia, lo que sacó una sonrisa al grupo.
– Había una acotación en los diálogos que sobraba.
Treceava suena muy raro (aunque yo lo veo como una palabra normal)

Ejercicio 4. La construcción de la escena. Escribe una historia en torno a un objeto donde toda la historia gire en torno a él. 600 palabras.

Este no se leyó en clase, pero tuve la suerte de que mi compañera escritora y correctora Ana Escudero lo leyera para darme su feedback. Me dijo que le había resultado muy tierno y me corrigió (no aparecen aquí los cambios porque este es el artículo en bruto).

EL LIBRO

Nació como una anotación rápida en un cuaderno, tras leer una noticia en un periódico digital. Allí pasó varios años hasta que el escritor lo eligió para convertirse en su siguiente historia. A los tres meses había creado un borrador de mierda, que tardo un año en convertir en una novela completa. Después de pasar por correctores, maquetadores y editores, su debut se anunció para la campaña navideña. Lo colocaron en la estantería más visible de la librería más famosa de la ciudad. Su creador firmaría miles de ejemplares de una larga cola de lectores ese mismo día.

La muchacha de ojos grandes se fijó en su cubierta suave y colorida y cruzó la tienda directa hasta él. Lo cogió y abrazó con un hormigueo en el estómago. Mientras esperaba su turno pensó en todo lo que quería decir al autor: lo mucho que le gustaban sus historias, lo que le enamoraba su prosa y los nervios que sufrió esperando su siguiente novela. Pero cuando llegó el momento solo fue capaz de articular su nombre que fue utilizado para lubricar una bonita dedicatoria en la primera página.
Tardó una tarde en leerlo y lo cerró con una sonrisa y un pensamiento: «este es mi libro favorito». Y a pesar de los miles que leyó después, nunca dejó de serlo. Lo colocó en el centro de la librería del salón sin importarle que rompiese la estética, todos los volúmenes estaban dispuesto siguiendo el degradado del color de sus lomos. Pero no le importó, era su libro preferido y bien merecía ser el causante de esa anormalidad.
Allí pasó veinte años y solo fue molestado por la mujer de lo grandes ojos de vez en cuando: para rememorar algún pasaje o recordar una frase. Todo seguiría igual si no fuese por la irrupción de una de las personas que más debe temer un amante de los libros: el individuo que te pide uno y jamás lo devuelve.
Una señora del club de lectura donde acudía le solicitó su ejemplar y ella, por pena, accedió. Jamás se lo perdonó. La señora nunca volvió a aparecer y no hubo manera de localizarla. El libro ocupó durante diez años un hueco en una estantería de una habitación de invitados y la ladrona de libros jamás lo leyó. Otros diez más los pasó como el alza de un mueble poco estable. Aquello le dejó una marca cuadrada e irreversible en la tapa delantera. Cuando la ladrona de libros decidió mudarse, el libro no formaba parte de sus planes. Lo dejó abandonado, junto a otros veinte ejemplares, al lado de un contenedor de basura.
El futuro del libro habría sido muy diferente si Firulais no hubiese escapado. Su dueño la encontró husmeando al lado del contenedor de basura. Quiso la fortuna que este colaborase con una organización solidaria que vendía libros para recaudar dinero. Lo colocaron en una mesa humilde en un mercadillo navideño de un pequeño pueblo. Al verlo, una niña tiró de la manga de su madre: «mamá, para la abuela». La pequeña lo envolvió con un papel rojo y arrugado y lo ató con una cinta descolorida, pero estos fueron detalles en los que la abuela no se fijó. Sí lo hizo en la marca cuadrada en la tapa por la que pasó sus arrugados dedos. Sintió un hormigueo en el estómago y sus ojos enormes se humedecieron cuando leyó la dedicatoria de la primera página.

Su libro había vuelto a casa.

MJ Moreno – 585 palabras – 27/10/2019

No sé qué tal lleváis la creación de tipos de personajes, espero que el artículo os haya sido útil.
Os dejó el artículo de la pasada semana por si queréis echarle un ojo: Mi formación en la escuela de escritores.

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6 Comentarios

  • Responder Pilar 8 noviembre, 2019 at 20:28

    Treceava es una palabra normal, el problema es que no significa lo que tú quieres decir aquí. Treceavo indica fracción, 1/13. Lo que querías decir es decimotercera víctima 😉
    Aparte de eso, ¡¡¡el relato me ha gustado mucho!!!

  • Responder Sonia Hernández Sánchez 9 noviembre, 2019 at 22:09

    Tus relatos me han encantado, que fabulosa imaginación…

  • Responder AstridLR 30 junio, 2020 at 2:34

    Wow. Los dos ejercicios me dejaron sin palabras. Quise entender el ejercicio pero me distraje disfrutando la lectura 😅

    • Responder MJ 3 julio, 2020 at 18:25

      Muchas gracias, Astrid.

  • Responder 10 consejos para escribir novelas de aventuras por Gabriel Romero de Ávila - Simplemente MJ 14 mayo, 2021 at 13:16

    […] Sin buenos personajes, no tienes absolutamente nada. Como ocurría con el ritmo narrativo, no todos los personajes tendrán el mismo espacio: los protagonistas tendrán que ser redondos y complejos, los secundarios sólo importantes, y los figurantes planos como una hoja de papel. Con frecuencia se mezclan y nadie sabe quién manda ahí. La historia del / de los protagonista/as debe ser novedosa aunque ya haya habido dos millones de personajes iguales, porque sobre sus hombros aguantará/an todo el peso de la novela. Y además deben cambiar a lo largo de sus páginas, también en función de su importancia. En la novela de aventuras, lo más corriente es que exista la figura de un héroe o grupo de héroes que afrontan un reto lleno de acción (buscar un objeto, realizar un viaje, derrotar a un villano). […]

  • Responder 10 consejos para escribir tu primera novela de FANTASÍA por Carlos J. Eguren - Simplemente MJ 14 mayo, 2021 at 13:31

    […] pero me mantiene atento mientras escribo, al igual que si los personajes se rebelan.Para mí cuando los personajes hablan solos y yo me limito a escribir, cuando ya noto que tienen vida propia, me resulta algo […]

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