Consejos escritores noveles

9 razones por las que los autores no terminan sus manuscritos

20 septiembre, 2018
terminan sus manuscritos

A pesar de que la UNESCO realiza un seguimiento de cuántos libros se publican al año y, según sus estadísticas, este dato asciende aproximadamente a 2.2 millones, estoy seguro de que sería mucho mayor si nos decidiéramos a desempolvar y terminar de escribir esas novelas que en algún momento nos ilusionaron. No frunzas el ceño, querido escritor, todos llevamos la marca y somos muchos los que no terminan sus manuscritos (o dos, o tres).

No obstante, más allá de hacerte sonrojar, en esta entrada analizaremos las razones por las que los autores no terminan sus manuscritos.

1. Obsersionarse con crear una marca

Aunque el marketing para escritores reza que la marca personal aumenta nuestras probabilidades de ser leídos y de que nuestros libros se vendan, nos dedicamos a fortalecer nuestra presencia en las redes sociales y dejamos a un lado lo más importante: escribir. Finalmente, la planificación y el esfuerzo se centran en sostener un blog y en compartir contenido en vez de completar ese famoso manuscrito.

Consejo: aunque ser visible en el mundo literario es importante, no sirve si no hemos escrito nada. Encuentra el equilibrio. Planifica la frecuencia de publicación en tu blog y el tiempo en redes sociales, de manera que gastes tu tiempo en lo más importante: tu novela. Ten presente que tener tres mil nosecuantos seguidores no garantiza que nuestro libro sea un best-seller (si es que publicas algún día).

2. Enamorarse del worldbuilding

Emocionados a más no poder, pasamos el día caracterizando cientos de personajes (de los cuales usaremos menos del diez por ciento), concibiendo líneas de tiempo que jamás mencionaremos y perdiéndonos en trasfondos, mapas y reglas, por lo que el verdadero proceso de escritura queda relegado a un segundo plano. En definitiva, perdemos el rumbo de nuestra novela o, como escribió David Olier en este artículo, corremos el riesgo de convertirnos en procrastinadores.

Consejo: deja a un lado la documentación excesiva, más si es tu primera novela. Céntrate en terminar de escribir tu historia. Verás que entre más simple mejor.

3. Tener demasiados proyectos para terminar uno

Ocurre con frecuencia. Cuando escribimos más de un libro a la vez corremos el riesgo de dejar uno en la mitad o, lo que es peor, no terminar ninguno de los dos (tres, cuatro…). Las probabilidades de que algún manuscrito termine en la basura se multiplican de acuerdo al número de proyectos que tengamos en marcha.

Consejo: ve por partes. Es mejor un manuscrito terminado que varios a la mitad. Y, aunque las nuevas ideas inunden tu mente, anótalas y postérgalas para después. Ahora te vas a centrar en el que tienes entre manos.

terminan sus manuscritos

4. Ser el rey de la pronosticación

Hallar tiempo y espacio para escribir es un desafío para la mayoría, sin embargo, cuando por fin logramos esa preciosa hora entre el almuerzo y el trabajo nos ponemos a husmear en Facebook, a  tuitear o a leer blogs para escritores. O simplemente buscamos mil excusas para no escribir.

Consejo: respira profundo, apaga el internet del computador y bloquea el móvil. Yo he usado la aplicación Forest y me sirve un montón. Verás que, escribiendo una o dos páginas por día, en seis meses tendrás tu manuscrito terminado. Pero siéntate y escribe de una vez por todas.

5. Reescribir constantemente los capítulos

Editamos de forma repetitiva un mismo capítulo o párrafo, por lo que no avanzamos. Este tipo de escritura sucede con frecuencia en los escritores que no planifican. Yolanda Gómez nos lo explica mejor en este artículo.

Cuando no se tiene claro hacia dónde se dirige nuestra historia es muy común que borremos y reemplacemos con una frecuencia demasiada alta.

Consejo: reescribir antes de tener el primer borrador me parece un esfuerzo innecesario, a no ser que lleguemos a un punto en el que la trama lo exija. Si realizas una búsqueda en blogs para escritores verás que la mayoría aconseja terminar el borrador antes de corregirlo. ¡Vamos! ¡Lo importante es poner ese punto final! La edición y la corrección son otra tarea y ya habrá tiempo para ello.

6. Dejárselo a los lectores beta demasiado pronto

El perfeccionismo lleva a que solicitemos revisiones de un primer borrador que aún está a medias y sin terminar. Con seguridad recibiremos más críticas de las que esperamos y nos desalentamos, convencidos de que nuestra historia no es prometedora. ¿Cuál es su solución? Manuscrito a la papelera de reciclaje. Solicitar consejos o puntos de vista de un escrito que no está terminado es la peor de las ideas, pues este aún tiene muchas fallas.

Consejo: ve por partes. Hasta que no hayas completado tu primer borrador no solicites revisiones ni lecturas beta, salvo que estés estancado y necesites una opinión. Lo importante es terminar de escribirlo. Esta entrada de Gabriella Campbell lo explica mejor: Hecho es mejor que perfecto.

terminan sus manuscritos

7. Perder la pista de tu historia

El autor se desanima cuando llega a un punto en el que no sabe qué hacer. Comprende que la escritura se ha vuelto monótona, que algunos elementos de la trama se encuentran descuidados, que las transiciones entre escenas son demasiado duras o sin sentido y que los personajes se han descarrilado. Se detiene, lo analiza y mejor desecha su novela con la esperanza de empezar otra.

Consejo: es más sencillo dedicarse a desenredar tramas, mejorar la transición entre capítulos, reorganizar escenas y crear diagramas cuando tenemos el manuscrito completo frente a nuestros ojos. Termínalo. No te desesperes, el secreto de escribir es tener la cabeza fría y la paciencia para afrontar estos retos en su debido momento. Pronto tendrás que reescribir varias partes pero puedes darte por bien servido con una novela terminada.

8. No llevar una secuencia al escribir

En ocasiones he aconsejado a mis amigos a que escriban los capítulos de su novela sin una secuencia cronológica como solución a un bloqueo. No obstante, esta técnica puede ser un arma de doble filo pues llega un momento en que la historia se convierte en un mar de fragmentos sin orden ni coherencia. Si el autor no posee la capacidad de unir estos fragmentos y entrelazarlos de manera lógica (sin usar truquitos sucios) pondrá fin a su tarea y enviará el manuscrito a la cesta de la basura (la literal, algunos todavía escriben a mano).

Consejo: escribe el capítulo uno, luego el dos, luego el tres y omite la secuencia como último recurso. Es mejor enfocarse en lo que sucederá en el próximo capítulo en lugar de preocuparnos por lo que podría suceder diez o veinte capítulos más adelante.

9. Ser envidioso o inseguro

El autor se compara frente a otros escritores que han publicado y en vez de usar los logros de los demás como estímulo se reprocha el no ser igual a ellos. Empieza a sucumbir en las dudas para terminar creyéndose un pésimo escritor (aunque nunca nadie haya leído nada de lo que escribe). Lo vemos lamentándose en las redes sociales y llorando su desgracia como escritor. Se queja del por qué a los otros les va bien y a él no. En medio de su suplicio abandona el manuscrito ¿Cómo diantres le va a ir bien si, en vez de terminar su novela, está pendiente del resto del mundo?

Consejo: termina tu novela. Es sencillo. Aunque el éxito parece llegarle del cielo a los demás, no fue tan sencillo como crees. Ellos debieron esforzarse, trasnochar, sacrificar otras actividades y enfocarse en su objetivo antes de  publicar. Estoy seguro que detrás de todo tu miedo hay un gran escritor con una gran historia esperando ser terminada. Solo debes dar ese gran paso. ¿Te atreves?

autores no terminan sus manuscritos

Para terminar, creo que cada autor posee sus razones por los cuales posterga su manuscrito, pero el consejo más importante que necesitas se resume en una palabra: E-S-C-R-Í-B-E-L-O. Sé que no es tan sencillo como parece pero solo la fuerza de voluntad, el deseo por hacerlo y una adecuada planificación puede ayudarnos a darle fin a esa historia sin fin.

Y tú, ¿alguna vez has dejado un manuscrito sin terminar? ¿Cuáles fueron tus razones?

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4 Comentarios

  • Responder Alejandro de Valentín 20 septiembre, 2018 at 11:37

    Mi mayor pecado –> enamorarme del worldbuilding (y además, disfruto de mi comportamiento pecaminoso).

    Buen artículo, Piper. Es genial verlo en una casa tan bonita y ordenada como la de MJ.

    • Responder Piper Valca 21 septiembre, 2018 at 13:24

      Hola, Alejandro. Yo pasé por cada uno de esos errores. Tengo dos manuscritos a medio terminar y no sé si algún día los retome. En fin, muchas gracias por pasarte, comentar y compartir. Gracias a MJ por el espacio. Bendiciones

    • Responder MJ (@simplemente_MJ) 21 septiembre, 2018 at 13:28

      Muchas gracias Alejandro, eres un sol. Tus artículos son de mis preferidos en la blogosfera, así que estamos empatados.
      Yo reconozco que odio el Worldbuilding… sí, matadme, pero es que soy muy impaciente…

  • Responder Román Sanz Mouta 2 noviembre, 2019 at 21:38

    Mucho del punto tres y algo del cuatro.
    Grandes verdades aquí!

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