Consejos escritores noveles

No soy una escritora Superwoman

11 abril, 2018
escritora Superwoman

No soy una escritora Superwoman. Son las 18:27 del martes 10 de Abril. Mañana tengo que publicar y no tengo ningún post escrito. Miro mi calendario de publicación y es imposible terminar un artículo de la lista. Tardo una media de ocho horas en cada uno de ellos. El último me llevo la friolera de unas cuarenta. No he contestado ni un solo comentario del mismo. Y eso que ha sido el artículo más visible del blog, con mucha diferencia. Ni siquiera les he dado las gracias, mediante un correo más personal, a las correctoras que me ayudaron a hacerlo.

Mi email tiene unos treinta correos sin responder. Esta semana es la primera, en ocho meses, que no he programado las redes. Ninguna. Debido a eso, las visitas del blog han bajado. Este lunes tocaba Newsletter, me ha sido imposible enviarla. Tal vez sea porque ni siquiera he llegado a escribirla. La última tuvo la tasa de apertura más baja de la historia: 44%. Me preguntó para qué se suscribe la gente. Si les llegan esos correos. Si los tienen marcados como spam. Si les importa lo que digo.

Mañana publicaré este post y pasaré todo el día refrescando Google Analytics para ver si suben las visitas. No lo harán. No es un post con contenido evergreen. Me preguntaré si merece la pena todo esto. El sacrificio, el trabajo, la falta de sueño, el miedo y la angustia. Me repetiré que sí y volveré a presionarme para hacerlo mejor. Pero nunca es suficiente. Para mí nunca lo es.

Me he apuntado al Camp NaNoWriMo. No solo eso, si no que he abierto una cabaña para unir a la gente. Y ahora me da vergüenza aparecer por allí para decirles que no he escrito ni un solo día, y ya es 10. Propuse en mi grupo de Facebook escribir mañana un artículo sobre los miedos de las escritoras, a raíz de un artículo anterior. Se me olvidó. Y solo una persona lo recordó. Pienso que la he decepcionado. Me hace sentir mal. Y las demás personas… ¿Qué pensarán de mí?

Quería presentarme a un par de concursos. Tengo un borrador de un relato. Soy incapaz de pasarlo a limpio. No sé si es por el miedo a descubrir que es una mierda o por qué realmente no doy más de mí. Me siento abandonada como escritora. Insegura y frustrada.

No escribo. No escribo nada. Las ideas se quedan en mi mente. Siempre hay algo que hacer: programar las redes, escribir artículos, responder correos, relacionarme con escritores. Esta semana ni eso he hecho. Creo que he empezado la casa por el tejado. Otras veces pienso que por qué pierdo el tiempo. El artículo de las correctoras me toco el alma. Soy débil. Soy frágil. También cobarde. Salieron a relucir todos mis miedos.

Miro el número de palabras que llevo en el post: 390. Pienso que no es suficiente para que el artículo cumpla las reglas del SEO. Pero en este artículo no me apetece poner una palabra clave, ni hacer SEO, ni etiquetar imágenes. Solo quiero desahogarme. Aún así vuelvo a mirar las palabras: 424. Me quedan más de 1000 palabras para posicionar esta entrada. No voy a llegar.

Quiero publicar mi libro. Tengo que publicar mi libro. Y ahora mismo no es más que un borrador cutre. Está lleno de faltas ortográficas y de estilo. Le faltan los tres capítulos finales, los cuales están en mi cabeza pero no consigo que salgan de ella. Necesito publicarlo. Por mí. Y para que paren de criticarme por tener un blog para escritores sin tener un libro. No debería importarme, pero lo hace. Porque la que más se critica soy yo misma.

La gente me escribe y me pregunta. Les respondo en código Morse. No tengo tiempo para más. Mi grupo de escritores quieren hacer un Hangout, debería ser a primeros de mes.  Tengo miedo de decirles que soy un fracaso. Que no he cumplido mis objetivos. Que tengo un calendario editorial y una agenda maravillosa y que no doy para más. Siento que les he defraudado.

Este fin de semana he estado en una feria de artesanía. Todo el mundo hablaba de las Storis de Instagram. Yo no tenía ni idea de como funcionaban. ¿En qué momento he perdido ese trozo del pastel? Tengo que aprender a usarlas. Una cosa más. Como si no fuese suficiente con Facebook, Twitter y Pinterest.

Llevo meses para unificar mi marca de artesanía y la del Sr. B. Y no termino de hacerlo. Me faltan horas en el día. Es importante. Tan importante que ni siquiera he empezado con ello.

Ya ni siquiera veo series, no leo. Llevo con un libro a medias más de un mes. Y eso que me encantaba. Ahora ya he perdido el hilo por completo. Cuatro capítulos de The walking dead atrasados. Eso sí que es fuerte. La he llevado al día desde la primera temporada. No sé que me pasa. El tiempo sigue corriendo y yo, por más que le persigo, nunca llego.

No estoy siguiendo el régimen: no tengo tiempo para cocinar. Y tengo que perder 20 kilos. Me da la sensación de que no dejaré de ser una bola jamás. Me duelen las piernas y la espalda. Y creo que las rodillas no van a sobrevivir a esto. El gimnasio está esperándome. Le salude un día y ya. Me siento culpable. No pienso comprarme más ropa. Todavía tengo un poco de dignidad. Y repito una y otra vez los tres pantalones y cuatro camisetas que tengo. Pensarán que soy una sucia. Me importa poco.

He ido con Daryl al veterinario. Tiene fiebre. Parece que un gato le ha mordido. Ahora entiendo todo ese pelo en la puerta de casa. Le han pinchado y ahora no se mueve, tiene cara de moribundo. Tal vez sean las drogas del dolor. Olvidé decirle a la veterinaria que yo también necesito una dosis.

Miro el número de palabras y ya son 814, con un poco de suerte puede que llegue a las 1000. ¿Y qué más da? ¿Servirá de algo? A veces pienso que a dónde voy. Que me creo mucho más de lo que soy. Y tengo la absurda idea de que el trabajo me llevará a cumplir mis objetivos. Pero no olvido que además me hará falta un poquito de suerte. ¿Aparecerá entre tanto barullo?

Me creo una Super Woman. Y a veces no puedo. Otras veces no quiero. Eso no importa: me obligo a mi misma y no pienso en mí. Abarco demasiado. Me exijo demasiado. Y me fustigo cuando las cosas no salen como quiero, que es siempre.

Llevo 1029 palabras, el SEO aparece como no disponible. Me duele en el alma. Pero estoy segura de que antes de publicar el artículo estará en verde. Soy incapaz de dejarlo así. No dejaría de culparme. Eso sí, solo he tardado una hora en escribirlo.

 

Creí ser una escritora SuperWoman y hoy me siento una impostora.

Ya veremos mañana.

Firma

guía de supervivencia de la escritora novel

Me suscribo a La casita del fin del mundo

* campos requeridos
Consentimiento *

También te podría gustar

22 Comentarios

  • Responder Izaskun 11 abril, 2018 at 10:37

    No sé si te sirve de consuelo, pero yo también me siento así cada cierto tiempo. Es cíclico y normal. Es bueno que lo sueltes. Eso sí, ahora, a ponerse las pilas y a comerse ese elefante que es el día a día. ¿Cómo? A bocados. Poquito a poco.
    Mucho ánimo reguapetona

  • Responder David 11 abril, 2018 at 11:15

    Creo que es como el fin de curso. Llega el verano y en septiembre nos hicimos una idea. Quizás estamos lejos y eso agobia.
    Sí que sirve, como mínimo te has desahogado.
    Tómate un descanso, o no lo hagas y ves haciendo sin preocuparte en eso o aquello, solo por placer.
    Un abrazo.

  • Responder L. M. Mateo 11 abril, 2018 at 13:49

    Nada, MJ, nada.
    De la friolera de 25 000 palabras del Nano llevo 1200. Al Ripley no llego y eso que solo tenía que hacer una reescritura para ordenar el borrador de mierda.
    A Ladillita le están saliendo otros dos dientes.
    Orco sigue enfadado con el mundo y eso me deprime porque tengo que aguantarle la depresión.
    Me levanto a las 5 y me acuesto a las 23. Sin escribir una sola palabra. Y me pregunto dónde están mis horas.
    La rehabilitación me quita tres horas diarias.
    Mi casa está sucia.
    Tampoco he perdido un puto kilo desde la última vez que hablamos.
    Y hoy llevo el pelo en un moño nada favorecedor porque no me queda champú y con este frío no me apetece volver a salir para comprarlo, porque esta mañana se me ha olvidado.
    Tampoco tengo nada escrito para la próxima quincena. Me siento todos los días y una hora más tarde cierro el editor de textos.
    Bloqueo, lo llaman.

    Y ¿sabes qué? Que da igual.
    Mañana seguirá lloviendo, o tal vez salga el sol. Tal vez escribamos o tal vez no. Igual hay una invasión alienígena y se nos comen a todos. Vete tú a saber.

    Lo único que tengo claro es que lo seguiré intentando. Y si al final del día he hecho una sola cosa de la lista, me daré la enhorabuena. Y tú deberías hacer lo mismo.

    Porque ser una Superwoman, además de apestar, es imposible.

    Así que acurrúcate en el sofá, hazte una taza de lo que sea que tomes, relájate y márcate un Escarlata O’Hara:

    «Mañana será otro día».

  • Responder Pilar Navarro Colorado 11 abril, 2018 at 14:18

    la clave está en el final: «Y a veces no puedo. Otras veces no quiero. Eso no importa: me obligo a mi misma y no pienso en mí. Abarco demasiado. Me exijo demasiado. Y me fustigo cuando las cosas no salen como quiero, que es siempre.»
    Eres valiente. Tengo un texto muy similar. Se titula Abandono. Y viene a decir lo mismo. Pero no he sido capaz de sacarlo a la luz. Lo releo de vez en cuando y me pregunto ¿quién te crees que eres?. Te lo dogo sólo para que veas que no estás sola, que son sentimientos habituales, que estamos contigo y te comprendemos. Te comprendo.
    No saldrás de ahí, de ese túnel, hasta que dejes de obligarte a. Vive sin más. Lo que puedas hacer, ¡genial! y lo que no, otro día. nadie va a dejarte de querer porque dejes algo sin hacer. No te obligues, no te impongas y sobre todo NO TE JUZGUES. Amarte es la única receta para que todo lo demás se vaya dando.
    Un abrazo

  • Responder Laila 11 abril, 2018 at 15:34

    Me alegra leer este post, MJ. Aunque créeme que lo primero que he pensado ha sido que ojalá tuviera tu número para llamarte ahora mismo y que nos metiéramos una buena conversación la una a la otra. Porque yo también estoy igual (o peor).
    Mi vida es un caos y no consigo retomar las riendas. Tengo muchos frentes abiertos y no hago nada por ninguno. Eso sí, estoy leyendo, y ¡menos mal!, porque si no desconecto con algo me hubiese vuelto loca.
    A lo que voy, que me alegro de leerte, y no, no es que me alegre de tu situación. Admiro el valor de soltar todo eso, y de hacerlo públicamente además, en vez de con tu amiga de confianza.
    Me ha gustado mucho leer comentarios de gente que ambas conocemos, y que sé que son sinceros. Hazles caso, porque saben lo que dicen y solo pretenden ayudar.
    Vamos a desconectar, a olvidarnos de ganar lectores y de la visibilidad por un momento, porque cuando algo te agobia y no te llena mereces un respiro. Ya seguirás más adelante, que no creo que sea el fin por saltarse un poco las normas.
    Un gran abrazo, y mucho ánimo!

  • Responder Maria 11 abril, 2018 at 16:00

    Qué difícil lo hacemos todo, tenemos mucho que desaprender. Escucharnos, para saber que es lo que realmente queremos y necesitamos. No hacer nada porque «tengo» o «debo» sino porque QUIERO por el motivo que sea o sin motivo. Desde luego somos nuestro peor enemigo pero, al menos yo, creo en la vocecita interior que me dice que esto no puede ser así, que hay otro camino más fácil, que es posible vivir más en paz y sin sufrimiento (aunque haya dolor). Y poco a poco (pero muy poco a poco) ahí sigo intentando desaprender. Hoy vi el vídeo https://www.youtube.com/watch?v=7FbBq6tXl1g&t=188s me ha venido a la mente según te leía. No estas sola. Un abrazo.

  • Responder Marta Tornero Rubio 11 abril, 2018 at 16:43

    Hola, MJ:

    Muchos ánimos y mucha fuerza. Todos pasamos por ahí más veces de las que queremos admitirlo. A mí me pasó hace muy poquito y trajo una cosa buena: me replanteé cómo estaba llevando algunos proyectos y examiné mis prioridades. Me vino bien, aunque en el momento se pasa muy mal.

    Como dice Izaskun, es algo cíclico. De vez en cuando colapsamos porque intentamos llevar demasiadas cosas a la vez. Nos abruma todo lo que tenemos pendiente, lo que «debemos» hacer porque creemos que es urgente e importante.

    En estos momentos vale la pena sentarse a pensar y reconsiderar tus rutinas, tus proyectos, tus hábitos. No dejes que sea simplemente un estallido y que a la próxima se repita con más virulencia. Si has colapsado es probable que se deba a algo: ¿te exiges demasiado?, ¿intentas abarcar más de lo que puedes?, ¿tienes unas expectativas muy elevadas? También puede ser que no seas eficiente, que se te vaya el tiempo en cosas que no son tan importantes. A lo mejor los emails o las redes que tienes que llevar no son tan importantes, o puedes encontrar una manera de dedicarles menos tiempo. A lo mejor puedes reducir la frecuencia de tus posts en el blog, sobre todo ahora que está bastante asentado y tienes mucho contenido. No sé, son solos algunas ideas que probablemente tú también te hayas planteado.

    Hace poco me recomendaron «Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas». No era para nada lo que esperaba y me ha cambiado la manera de ver muchas cosas. Ahora te lo recomiendo yo a ti 😉 (¡pero sin obligaciones ni expectativas! para cuando tengas tiempo y ganas de leer un libro de «autoayuda»)

    Un abrazo y… ¡sí que eres una superwoman! Mientras luches, lo serás.

    Marta

  • Responder MC 12 abril, 2018 at 12:48

    ¡MJ!
    Yo también me siento identificada con lo que dices en el post, al igual que muchas. Para mí el mes pasado no duró nada y este he decidido que tengo que organizarme mejor, porque el tiempo quizás está y no sé aprovecharlo. Pero, en mi caso, como decían otras compañeras, también he llegado a la conclusión de que me exijo demasiado. De que quiero abarcar demasiado y no estoy respetando mi propio ritmo interno.
    Creo que nos hartamos de hacer cursos, leer consejos y seguir guías sobre lo que deberíamos hacer, lo que tenemos que hacer, porque nos parecen coherentes, importantes y nos proponemos ponerlo todo en práctica. Pero (o por lo menos a mí me ha llegado) invariablemente llega el momento en que te das cuenta de que ni siquiera todo eso está grabado en piedra, aunque te digan lo contrario, y de que, como decía Paulina Rubio: «de la moda, lo que te acomoda». De todo lo que te dicen, coge lo que te funciona a ti, como persona individual.
    Es difícil en un principio priorizar, porque todo parece importante y haces una planificación bestial que luego te frustra por no haberla cumplido. Porque tener lectores es importante, tener tu blog actualizado es importante, llevar las redes es importante… Pero ¿qué es lo realmente importante? Pues yo me he hecho esta pregunta y mi respuesta ha sido escribir. Así que sí, he relajado bastante mis expectativas con las redes, la newsletter y el blog, y ya volveré a ellas cuando pueda centrarme. Porque lo que necesito es escribir y, en este momento, que la gente lea lo que escribo.
    Tu post me ha llegado tanto porque me he dado cuenta de que hay tantos consejos bienintencionados que solo me están sirviendo para bloquearme que he acabado declarándome en rebelión. En todo este proceso de ser escritor independiente y ofrecer tus libros a los demás, hay (y nos ponen) tantos pasos imprescindibles, tanta inversión en tiempo y dinero, que aturde, agota y desmoraliza (sobretodo cuando sabes que necesitas hacer una inversión monetaria importante pero no hay manera posible en que puedas hacerla). Pero, ¿sabes qué? que después de conocer lo que se dice por ahí, de leerme las guías y hacer los cursos, he decidido hacer eso: solo coger y agradecer infinitamente lo que me sirve, lo que no me bloquea y hacerlo a mi manera.
    Sé que mucha gente criticará algunas de las cosas que hago o he hecho. Sé que dirían que las he hecho mal o que están incompletas. Pero estoy creciendo y aprendiendo y no me importa. Para mí, lo más importante ahora es avanzar, hacer. Estoy en esa fase.
    Creo que nuestra meta no debe ser la perfección, ni cubrir todos los flancos. Porque ya se sabe que cuando intentamos cubrirlo todo nuestra mente está en quinientos lugares a la vez y cuando queremos que esté en uno, en concreto, está tan dispersa que es imposible. Y también creo que tendríamos que querernos un poco más porque sí, no somos superwomans, pero ni puñetera falta que nos hace.
    ¡Ánimo MJ, no estás sola :-)! ¡Te comprendemos y estamos contigo!
    X-*

  • Responder Maira Romero 13 abril, 2018 at 10:52

    A veces se nos olvida que la opción de tirar la toalla o abandonar está ahí y no pasa nada por optar por ella. No eres un fracaso por decir: «no puedo con esto». Una retirada a tiempo es una victoria. Si sientes que no puedes con todo, no lo hagas todo. No te compares con otros escritores, sé tú misma. Quédate con lo que más te gusta, si lo que quieres es escribir, deja el blog de lado un tiempo hasta que estés a gusto contigo misma. Yo, de vez en cuando, dejo de lado el blog y/o las redes sociales y ni siquiera siento el deber de avisar. Es mi vida, es mi bienestar psicológico. Punto.
    Por cierto, no me pareció que esa primera página estuviera tan mal. A escribir se aprende escribiendo, así que no te rindas… Y puedes escribir sobre escritura sin haber publicado un libro porque no hace falta publicar para ser escritor, basta con escribir. No importa si son 10000, 500 o 3 palabras al día, lo importante es que escribes. Ya llegará el momento de publicar, ahora concéntrate en lo que te gusta.
    Muchos besos y no permitas que los comentarios maliciosos, tanto los tuyos como los de otros, te hundan.

  • Responder Marian Ruiz 14 abril, 2018 at 10:05

    Hola, MJ:

    Creo que la angustia por llegar es muy mala consejera, además de nada práctica. Mucho mejor reconocer dónde estás, agarrar la mochila y dar un pasito. Uno. El primero que puedas. Puede que solo sea escribir 100 palabras. O salir a correr. Comprométete contigo misma en dar un paso hoy. Solo uno. Muchas veces partimos de un error de planteamiento y es poner el coche delante de los caballos, con exigencias muy poco realistas. El camino del héroe —no te digo ya el de la heroina— es largo, y lo difícil no son los golpes de efecto; lo difícil es perserverar. Ahí está la magia.
    Eres valiente y frágil, porque eres humana. Quién no ha tenido días así… Seguro que la dichosa entrada de las correctoras te dejó deslomada, que fue como subir al Everest. Normal que acuses el cansancio. Mi recomendación: un pasito hoy. Solo uno. Y cuando te felicites por haberlo hecho, vas y das otro. Y así. Renuncia a querer hacerlo todo hoy. La humildad y la aceptación son muy necesarias. (¡Qué oportunidad de practicarlas!).

    ¡Un abrazo, valiente, y alegra esa cara, que esto va que chuta!

  • Responder Marian Ruiz 14 abril, 2018 at 14:32

    Y te regalo esto que acabo de retuitear [por si te ha pillado corriendo o escribiendo las 100 de hoy ;-)]: «Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto sino un hábito». (Aristóteles).

    ¿No es precioso?
    Otro abrazo.

  • Responder Archange Maudit 14 abril, 2018 at 19:01

    Querida MJ:
    He amado escribir desde que aprendí a hacerlo. Siempre he soñado con dejar negro sobre blanco lo que pulula en mi cabeza, que no es poco… Pero cuando me informé de todo lo que te exigen para ser una autora independiente me deprimí de tal manera que lo dejé todo. Así estuve durante un tiempo, hasta que me di cuenta que no podía dejar de escribir, que era parte de mi corazón, de mi alegría cotidiana. Seguí adelante con mis relatos sin mirar a derecha ni izquierda, sin comenzar un blog ni llevar al día las redes sociales. Ya me han dicho alguna vez que es un suicidio literario, pero peor sería que mis historias quedarán condenadas a no existir. Prioriza, faraona intergaláctica. Descansa y respira.Recupera el sabor de la escritura o nada de esto tendrá sentido. Tú sabes. Tú puedes. Y no te agobies, sigue tu propio camino, seguro que en él nos seguiremos encontrando.

    Un grandísimo abrazo <3

  • Responder Nicholas Avedon 14 abril, 2018 at 22:59

    Pues seguramente este sea tu post con más visitas, a mi es el que más me gustó. Olvídate de las palabras y recuerda porque empecé, asterisco a escribir. Querías contar tus cosas, tus historias, tus sentimientos, explorar esos mundos en tu cabeza ¿no? Da igual el número de palabras, el keyword o su puta madre. Escribe para ti, escribe por ti. Un abrazo. ¡Ánimo!

  • Responder Gema Moratalla 16 abril, 2018 at 9:41

    ¡Hola MJ!
    Creo qie necesitas tomarte un respiro y escribir. Porque eres escritora. Sí, lo eres. Te mereces volver a disfrutar del proceso de escritura. ¡Incluso del proceso de corrección! 😉
    El trabajo de visibilidad que has hecho no va a perderse aunque estés algo más ausente en las RRSS. Sabemos quién eres y cuando saques tu libro, querremos leerlo.
    El ritmo de vida a menudo nos aplasta. Hacer algo creativo es una carrera de obstáculos y contra el tiempo. ¡No desfallezcas!
    Y, ¿sabes qué? Yo sí creo que eres Wonderwoman.
    ¡Un súper abrazo!

  • Responder Mary L. Torres 20 abril, 2018 at 16:25

    Es la montaña rusa de la vida, MJ.
    Cada 3 ó 4 meses me pasa a mí. Normalmente son los mismos temas, las mismas preocupaciones y los mismos miedos. Pero después de una semana o como máximo dos, vuelvo a la carga con más energía. Mi cabeza hiperactiva hasta cuando duermo y mi completo de que soy una inútil y no se me da nada bien me han enseñado que no debemos dejarnos aplastar por nuestros miedos. ¿Tienes demasiado en tu lista de cosas por hacer? Entonces tienes que priorizar. ¿Qué es más importante para ti y para tu salud mental: terminar tu libro o publicar una vez a la semana en tu blog? Si es publicar tu libro, entonces pasa las publicaciones de tu blog a una vez cada dos semanas o una vez al mes. Los que siempre leemos tus artículos los seguiremos leyendo incluso aunque publiques una vez cada 6 meses en el blog. Tu grupo de Facebook funciona solo y si no puedes programar las redes sociales como hasta ahora entonces espacia más las publicaciones para no tener que invertir tanto tiempo en ello cada semana. Lo sé, siempre se dice que sin trabajo duro no llega la recompensa. Lo sé, sé que tenemos que esforzarnos el doble para conseguir destacar un poquito como escritores emprendedores. Pero también somos humanos y a veces nos caemos. Y necesitamos tiempo y ayuda para volver a ponernos de pie. Y sobre todas las cosas tenemos que mirar también por nuestra salud. Y no slo te hablo de la física (que también), sino de la mental.

    Puede que no te sientas cómoda sí te lo digo, pero si necesitas hablarlo, desahogarte o acordarte de la madre y las familias de todas tus tareas pendientes, puedes contactarme por la red social (o mail) que más te apetezca. Créeme cuando te digo que te entiendo, que te entiendo mucho y que estaría encantada de escucharte despotricar sobre todo lo que te hace infeliz y te frustra.

    ¡Saludos y mucho ánimo!

  • Responder A. M. Vozmediano 20 abril, 2018 at 21:42

    Llevo varios días dándole vueltas a qué comentar y no se me ocurre nada. Y mucho menos algo que no te hayan dicho ya. A veces es arduo decir algo que realmente no sobre. Solo agregaré un deseo personal: termina tu libro. Por favor. Queremos leerlo, ya lo ves. Y queremos que no sea perfecto. ¿Quién quiere leer otro puñetero y aburridísimo libro perfecto?

  • Responder O. Eire 29 abril, 2018 at 17:02

    Cuando alguien me dice que se siente muy identificado/a conmigo, no suelo hacer caso. «¿Qué sabrás tú?» me digo con arrogancia. No lo sé. Quizá de verdad comprendan lo que quiero decir. Nunca lo sabré: he nacido condenada a ser yo. No puedo saber qué hay en sus cabezas y tampoco puedo saber qué hay en la tuya. Pero, por algún motivo, me gustaría que supieras que te comprendo perfectamente. Sí, me siento tremendamente identificada contigo. Y tú por lo menos tienes un blog; yo, ni eso. ¿»Stories» de Instagram? Ja, no me hagas reír. Mi novio me las intentó explicar el otro día y sigo sin entenderlas (yo, que tengo 29 años y debería haberme adaptado a mi generación y sus avances en RRSS; yo, que quiero posicionarme en Instragram con mis ilustraciones… esas ilustraciones que no hago) Trabajo a jornada completa en una imprenta como auxiliar de reprografía y no, completa no me siento, la verdad. Mi empresa hace labores editoriales, incluso a veces sustituyo al diseñador (soy diseñadora) pero ni siquiera me gusta el oficio de diseñadora. Quiero publicar esos libros que imprimo y no son míos. Sueño con que mi primera novela exhale su primera respiración. Como tú. Creo que haces un gran trabajo con tu enfoque «colaborador» en el mundo de la literatura, donde tanta competencia hay (sin motivo). Ayudémonos. Lo veo genial, aunque mi filosofía sea que, para inspirarte y plasmar lo que quieres no debes comer de otros sino vomitar lo que tienes dentro. Sin embargo, pequeñas ayudas siempre son bienvenidas. ¿Mi consejo? No estés tan pendiente de los demás, ni de los tiempos; escúchate, relájate… y va a salir.
    Por cierto, me gusta mucho cómo escribes. Mucho ánimo ^^ Espero encontrarte a veces por Twitter también.

  • Responder Carlos del Río 6 mayo, 2018 at 21:54

    Hola MJ:

    Me sorprendía no saber de ti desde hace semanas, así que me he pasado por aquí. Tómate la carrera literaria a largo plazo, yo digo que un plazo de tiempo realista para establecerte como escritor son 10 años. Mi carrera literaria empezó a funcionar cuando llevaba 6 años escribiendo, y ahora que cumplo 10, una editorial va a publicar mi segunda novela (la primera permanece inédita). Escribir ficción es algo muy complejo y supone mucho esfuerzo, hay que ir poco a poco aprendiendo el oficio. Y de vez en cuando tenemos que descansar, no solo para recargar las pilas, sino para ver qué hemos aprendido y qué tenemos que mejorar. Descansa. A mis alumnos de escritura creativa les digo al final del curso que se centren en acabar su primera novela, y cuando la vayan acabando y sepan que se quieren dedicar a esto, que se pongan a promocionarse en internet, de lo contrario se pueden quemar. Todos los escritores pasamos malas rachas, donde no haces más que preguntarte qué sentido tiene darle a la tecla si parece que nada funciona (eso te lo preguntas incluso cuando te van bien las cosas). Pero sigues, sigues y sigues, aprendiendo de errores, haciendo contactos y mejorando, y al final te das cuenta de que merece la pena. Una carrera literaria es un maratón y lo gana quien no abandona. Ahora acaba ese libro a tu ritmo. La mayoría de la gente que quiere escribir jámas termina una novela. Tú sí lo harás. Un abrazo.

  • Responder R. R. López 30 mayo, 2018 at 12:01

    Hola MJ,

    Solo puedo decirte (aunque sea mal de muchos, consuelo de tontos) que lo que te pasa es lo normal.

    No es precisamente fácil esto. Y luego vendrá la fase, una vez publicado tu libro, de ver si se vende (que ojalá que sí), o plantearte todos los meses si te merecen las horas y el esfuerzo por rascar al mes apenas una decena de euros, aunque repito, espero que no sea ese tu caso y que puedas rentabilizar tu escritura.

    Pero la cosa está complicada.

    Yo voy a aprovechar el menor tráfico del blog en verano para escribir algún artículo contando mi experiencia, principalmente para desahogarme y como ejercicio de autorreflexión, para tratar de averiguar por qué escribo.

    Que hay veces que no lo tengo claro.

    ¡Saludos!

  • Responder Javier 9 diciembre, 2018 at 0:51

    Me siento muy identificado con este artículo. En algunos tramos estaba pensando… ¡pero si es mi vida! Me ha gustado mucho. Muy crudo. Bien narrado.

    Saludos.

  • Responder carmen 30 enero, 2020 at 19:11

    me gusta mucho la manera del articulo pero si me gustaria tener mis propios escritos pero no se como lograre hacerlos ya que no tengo la plata pero si me gustaria un correccion de estilo

  • Responder Cómo decir no como escritor - Simplemente MJ 18 mayo, 2021 at 18:23

    […] En el primer caso, siendo duros, no es problema tuyo. Yo he ayudado a gente en contra de mis objetivos y mis deseos y lo único que he conseguido es sentirme mal. Peor que mal, fatal. Y con quién tienes que vivir todos los días es contigo misma, así que es indispensable que lo hagas lo mejor posible. En el segundo caso, ¿qué pasa si te equivocas? Todo tiene solución menos la muerte, si te has equivocado pues ya lo harás mejor la próxima vez. No se va a acabar el mundo. A no ser que seas un superhéroe y esa sea tu misión, en ese caso estás jodido. Por suerte, yo no soy una escritora superwoman. […]

  • Deja una respuesta

    • Responsable: María José Moreno Jiménez. / Finalidad: Poder publicar tu comentario. / Legitimación: Consentimiento del interesado. / Destinatarios: No se cederan datos a terceros, salvo obligación legal. / Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos. Puedes consultar la información detallada sobre la Política de privacidad aquí.