¿Te imaginas ir a una fiesta con la falda sobre la cabeza y la camiseta metida por las piernas? ¿O que los artículos de los periódicos salieran directamente en el formato del Word o el Power Point? ¿Qué pensarías de un escaparate desordenado, con los precios tirados por el suelo, la ropa arrugada y los maniquíes destrozados? Entonces, ¿por qué no le das la misma importancia al aspecto de tu novela? Hay que prestar atención a cómo maquetar un libro. Hazme caso. Llevo años compaginando la escritura con el diseño gráfico.
La maquetación es un proceso fundamental que hay que cuidar para que resultado final sea profesional y no parezca hecho por niños (aunque los chavales de hoy saben más de casi todo que nosotros).
Antes de seguir, he de confesar que este artículo lo escribo con una pistola de agua amenazándome el cogote. MJ me obliga. Si no lo compartís al final, terminaré empapado y nadie quieres eso, ¿verdad? ¿VERDAD?
Veamos algunos elementos que pueden diferenciarte a la hora de intentar vender un libro en la jungla de Amazon o librería online similar.
1. Diseño del libro
Antes de la maquetación, hay que decidir varios aspectos visuales del libro que marcarán la diferencia. Es lo que se llama el diseño. Debemos elegir la tipografía, el tamaño de página, los márgenes y la estructura del libro (dedicatoria, prólogo, índice, títulos de crédito, texto literario…).
El diseño es acicalar al libro para que sea el más admirado en el baile de graduación. Luego, que tenga una conversación interesante, dependerá del escritor o escritora.
2. Estructura del libro
La habitual es primero la dedicatoria, luego los créditos del libro, el índice con los contenidos, el prólogo y después la novela / colección de cuentos / poemario / ensayo. Al final del libro irían los agradecimientos (siempre es bueno agradecer; un libro lleva muchísimo trabajo y seguro que en el proceso hay gente que nos ha ayudado).
3. Elección de la tipografía a la hora de maquetar un libro
Lo más importante es que sea legible. Atractiva, estupendo, pero es fundamental que se lea bien. En mi nuevo libro de relatos, ‘TR3S. Cómo olvidar lo inolvidable y otros relatos para recordar’, uso para la versión impresa una Source Serif Pro, que es una tipografía con serifa, es decir, con remates. Nos hemos acostumbrado a leer con ellas, y lo cierto es que combinan el que sean agradables a la vista con una lectura ágil.
A la hora de maquetar un libro en su versión digital importa menos la tipografía elegida. El lector de libros electrónicos usará la que tenga predefinida. Por cierto, aquí puedes ampliar el tamaño de la letra lo que te dé la gana, pero acuérdate de los que ya padecemos de vista cansada a la hora de aplicar el cuerpo y el interlineado (que sean generosos) en la versión en papel.
4. Márgenes de la página
Deja que respire el bloque de texto. La frase «necesito mi espacio» se aplica aquí perfectamente. Hay que dejar un margen que la vista agradezca. El Barroco fue un movimiento cultural y artístico que caducó hace siglos.
Que te seduzcan los blancos en la parte superior de la hoja. Y en la inferior. Crea un loft en tu novela, coloca un par de muebles en el centro y deja el resto vacío para jugar al pádel.
5. Comienzo de capítulos
Yo siempre aconsejo a mis clientes que los capítulos de los relatos comiencen en página impar. Es decir, a la derecha. Si el anterior termina en página impar, dejaremos la siguiente par en blanco. Esta norma no se aplica a la versión digital. Ahí van todas seguidas, como una fila de fichas de dominó. Lo ideal es tocar la primera y que te arrastre hacia el final a empujones.
En mi libro ‘TR3S. Cómo olvidar lo inolvidable y otros relatos para recordar’, dejo un espacio amplio después del título de los relatos. Me parece que así te da tiempo a coger aire para comenzar a leerlo.
6. Sangrado de párrafo
Tranquilos. Nadie saldrá herido. Con sangrado me refiero a esos centímetros que las primeras líneas de cada párrafo se meten hacia la derecha. Sirve para reconocer de un vistazo el comienzo de cada párrafo. La forma más ortodoxa de hacerlo es sangrando todos excepto el primero de cada capítulo o relato. Aunque a veces hay que saltarse las reglas. En ‘TR3S. Cómo olvidar lo inolvidable y otros relatos para recordar’, no sangré los primeros párrafos, pero cuando maqueté ‘Cómo monetizar un blog de escritor’ o ‘La sociedad de la Libélula’, de Ana González Duque, sí, porque a la autora le gusta más así.
7. Paginación
Es un poco el llevar la cuenta de las páginas que has leído, el ábaco interno del libro. El número de página se coloca en la parte inferior de la hoja. A la derecha, a la izquierda o en el centro. Eso ya va en gustos. También se le puede añadir algún elemento, como una línea, un subrayado, un círculo…
En la versión digital, olvídate. El lector se encargará de ello. He de confesar que a mí eso es lo que menos me gusta de los lectores de libros electrónicos. Nunca sé cuántas páginas me quedan por leer, pues varían en función del tamaño del cuerpo de letra. Y en un lector Kindle, para rematar la jugada, te lo indican en tanto por ciento. Debe de ser una confabulación mundial para que los lectores nos volvamos majaras.
8. Ladillos y boliches
Si lo que estás escribiendo no es una novela o colección de relatos, sino un libro de no ficción, lo primero, enhorabuena: venderás más libros. Está demostrado que en Amazon se venden muchos más lo segundo: seguramente usarás ladillos y boliches.
Los ladillos son titulares de menor nivel jerárquico que el capítulo, e introducen un aspecto diferente al párrafo anterior. El titular del capítulo sería «Noche entre amigos» y un ladillo podría ser algo así como «Cuando Juan te presentó a Eva».
Un boliche es una manera visual de organizar la información. Siguiendo con el ejemplo anterior, si estás en el ladillo en el que Juan te presenta a Eva, podrías colocar tus pensamientos acerca de ella en un listado más o menos así:
- Tiene unos ojos preciosos. Podría mirarlos durante años.
- Es un poco bajita y a ti nunca te han atraído las bajitas.
- Guau, qué sonrisa. Podría vivir en ella.
- Vas a morir solo y entre gatos. Di algo original.
- ¿Estudias o trabajas?
El libro “Cómo monetizar tu blog de escritor” está lleno de ladillos y boliches porque tiene mucha información práctica y así está mejor organizada. Es un trabajo duro a la hora de maquetarlo, pero el resultado merece la pena.
9. Viudas y huérfanas
Llegamos al drama de cada libro. Las líneas viudas serían las que se quedan solas al comienzo de una página. Esto queda feo y no debe pasar. Si la línea es de una sola palabra, entonces es el horror.
Las huérfanas son las líneas de un párrafo que se quedan aisladas al final de una página. También hay que evitarlo por todos los medios.
¿Cómo se hace? Permíteme que me guarde algún truco de magia. Sí añadiré que el sistema automático que traen los programas de maquetación a mí no me convence. Lo que hacen es modificar el interlineado de esa página para ganar o perder la línea viuda o huérfana.
10. Índice
Es el listado de los contenidos del libro. Se puede colocar al principio o al final. Al principio puede ejercer de spoiler si es demasiado descriptivo. Si lo incluimos al final, Amazon te penaliza. Y en el medio del libro no tiene sentido. O sea, que al principio e incluyendo solo los títulos de cada capítulo o relato.
Hay otros elementos de los que podría hablaros, como la partición de sílabas, los artes finales, las imágenes, las tablas de contenidos, los estilos de párrafos, los de caracteres… Pero no quiero aburriros más. Con esto os podéis hacer una idea de la importancia de maquetar un libro para publicarlo de forma profesional. Os dejo, que MJ está apretando el gatillo. ¡Miau!
POSDATA DE MJ: Ningún escritor ha salido herido o mojado durante la realización de este artículo.
David Generoso
Sobre mí.
Hola, soy David Generoso, escritor de relatos cortos y cuentos,maquetador, diseñador gráfico, cinéfilo, seriéfilo, experto cocinero de sandwiches y el Tipo más simpático del año 2016 según la revista Escribir y molar. No la busques en ningún sitio. No existe (aunque debería). Si quieres saber más sobre mí pincha aquí. Y si quieres aprender a escribir relatos únete a mi grupo de Facebook: Cómo escribir relatos cortos y divertirse.
Mis libros.
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6 Comentarios
Hola.
Estoy de acuerdo en todo, aunque en cuanto a las líneas viudas y huérfanas no tanto. Lo he hecho en mi libro y lo malo es que el espacio entre el último párrafo de la página y el número de página varía. A veces es más grande que otras, y se nota. Por otro lado, estoy leyendo un libro profesional ahora y tiene líneas huérfanas y viudas, de modo que no creo que sea un gran problema. Lo único es que hay que tener cuidado con que no quede una sola palabras aislada; en esos caso sí se debería establecer el control de viudas y huérfanas o, si es posible, jugar con el tracking y el kerning.
Saludos.
Ricardo Zamorano
http://www.rizaval.blogspot.com
amzn.eu/d/7cZSzN1
Hola, Ricardo.
Voy a partir de la base de que todo esto que cuentas es para la versión de papel. Si es para la digital, lleva una maquetación líquida, y ahí no se pueden controlar viudas ni huérfanas. En función del tamaño de letra y dispositivo, se verán de una u otra forma.
En cuanto a la de papel, el espacio que hay entre la parte inferior de la última línea del último párrafo de la página hasta la paginación, debe ser el mismo en todas. Si haces una plantilla, la guía inferior siempre te aparecerá en el mismo sitio. De ahí no debes pasarte.
Si estás leyendo un libro profesional con viudas y huérfanas (en papel), aléjate ahora mismo. Te invito a que cojas una novela publicada en una editorial tradicional e intentes encontrar alguna. Evidentemente, si la línea que tiene la viuda o la huérfana es de solo una palabra, el error cantaría muchísimo más.
Me refiero al papel, efectivamente. En mi libro lo hice con plantilla y aun así quedan espacios diferentes debido al control de viudas y huérfanas. Creo que tiene su parte lógica: si en una página sobra una línea y se pasa todo el párrafo a la otra página, es normal que quede el espacio de una línea entre el número de página y la última línea del párrafo. O si es un párrafo de cuatro líneas y una queda viuda en la siguiente página, con el control todo ese párrafo se pasará a la siguiente página, de modo que quedaría el espacio de tres líneas entre el párrafo anterior y el número. ¿Me explico?
Si a ti no te ocurre esto, me gustaría saber cómo lo haces.
El libro es de editorial profesional, claro. Es una novela. También te digo que es una edición de una colección de novela negra del periódico «El País». A lo mejor no está muy cuidada la maquetación. En cualquier caso a mí no me molestan las viudas y huérfanas. Ni siquiera me había fijado hasta que descubrí que existían, cuando me puse a maquetar mi libro.
Un saludo.
Por cierto, tal vez el problema es que lo hago con Word.
¿Es posible que sea por el control de viudas y huérfanas de Word? ¿O tú también maquetas con Word y no sale bien?
Maldito móvil. «¿O tú también maquetas con Word y te sale bien?», quise decir. Perdón.