Novela distópica

10 cosas que aprendí como escritora leyendo El cuento de la criada

3 agosto, 2017
el cuento de la criada

Soy una seriéfila enferma. Y hace unos meses descubrí esta serie, El cuento de la criada. Ni sabía que existía el libro, ni siquiera conocía a su autora.

¿Te imaginas un mundo donde las mujeres fértiles son sólo recipientes para tener hijos para otras mujeres mejor posicionadas?¿Dónde se ha vuelto a los valores más tradiciones impuestos por un grupo de políticos teócratas que gobiernan USA?¿Un lugar donde las mujeres no pintan nada? Esa es la historia que cuenta la escritora Margared Atwood en El cuento de la criada.

Me quede enganchada a la serie desde el primer minuto. No sólo era una historia sorprendente sino que el guión era bueno, los actores también y la fotografía era preciosa. Un «must have».

Como soy una ansiosa, cuando descubrí que era un libro decidí leérmelo antes de terminar la serie. No podía aguantar las ganas de conocer el final (sí, lo sé, soy lo peor…). Me leí el libro en una tarde, no pude parar. Y acabé con un mosqueo impresionante porque el final me pareció lo peor del mundo. Me fui a la cama pensando que menudo asco…

Pero había aprendido mucho de aquel libro, incluso de su final.

el cuento de la criada


«Nunca debieron darnos uniformes si no querían que fuésemos un ejercito»

 

#1. Un comienzo que engancha

Conocía los primeros párrafos porque Nicholas Avedon en su artículo La importancia de una buena primera página había incluido este libro.

«Dormíamos en lo que, en otros tiempos, había sido el gimnasio. El suelo, de madera barnizada, tenía pintadas líneas y círculos correspondientes a diferentes deportes. Los aros de baloncesto todavía existían, pero las redes habían desaparecido. La sala estaba rodeada por una galería destinada al público; y tuve la impresión de que podía percibir, como en un vago espejismo, el olor acre del sudor mezclado con ese toque dulce de la goma de mascar y del perfume de las chicas que se encontraban entre el público, vestidas con faldas de fieltro (así las había visto yo en las fotos) más tarde con minifaldas, luego con pantalones, finalmente con un solo pendiente y peinadas con crestas de rayas verdes. Aquí se habían celebrado bailes; persistía la música, un palimpsesto de sonidos que nadie escuchaba, un estilo tras otro, un fondo de batería, un gemido melancólico, guirnaldas de flores hechas con papel de seda, demonios de cartón, una bola giratoria de espejos que salpicaba a los bailarines con copos de luz.

En la sala había reminiscencias de sexo, soledad y expectativa, la expectativa de algo sin forma ni nombre.»

Aunque no explica nada de la historia, tienes curiosidad por saber quién es la persona, qué cuenta su historia y que está durmiendo en ese gimnasio que ya no se utiliza para su función. Te quedas y lees un poquito más, un poquito más… y cuando te quieres dar cuenta no puedes dejar de leerlo para saber que es lo que va a pasar a continuación.

 

#2. Un ritmo rápido

Es un libro que nunca se hace aburrido, siempre quieres seguir leyendo. Te crea la necesidad de saber que va a pasar con la protagonista, de pasar una página tras otra para descubrir ese mundo tan extraño, y tan apasionante a la vez, en el que intenta sobrevivir. De hecho pasan tantas cosas, en realidad pequeñas cosas, que la serie de televisión de HBO cuenta con 10 capítulos que no tienen nada de relleno. Todos cuentan algo, todos te dejan con la sensación de querer ver el siguiente.

Menos mal que yo vi la serie a medida que se estrenaba porque si no me hubiese visto los 10 capítulos del tirón…

 

#3. Un wordbulding explicado sin grandes descripciones

En El cuento de la criada vas descubriendo un mundo  a través de los ojos de Defred, Offred en el libro original. Fred es el comandante y las criadas son nombradas posesiones de los mismos: De Fred en Español y Of Fred en inglés. Perdiendo de este modo su nombre, como si sólo fueran posesiones.

Defred es una mujer que vive en casa de un coronel y su esposa, los cuales no pueden tener hijos. En realidad no es una criada (la traducción correcta sería doncella) sino la vasija en la que el coronel dejará su descendencia. Una de las pocas mujeres que aún pueden concebir y que son sometidas para tal fin.

Margaret Atwood no explica este mundo y sus costumbres con largas descripciones sino que vas conociendo los detalles a través de la vida de su protagonista. Me pareció una manera sencilla y elegante de presentarlo.

el cuento de la criada

 

#4. Un lenguaje cuidado pero sencillo

Odio los libros que incluyen párrafos interminables con palabras rimbombantes que al final no dicen nada. Odio esas descripciones interminables que te dejan en la oscuridad y que no te hacen ninguna falta para comprender la historia.

El lenguaje que utiliza Margaret Atwood en El cuento de la criada te hace ver el mundo y las sensaciones de su protagonista, Defred, de una forma entendible, no mete relleno, ni descripciones fuera de lugar, va al grano y no aburre en ningún momento, por eso es un libro que no puedes dejar de leer hasta el final.

 

#5. Una novela atemporal que parece real.

Si te dicen que la han escrito en 2017 te lo creerías, de hecho me sorprendió que fue escrita en los 80 por los temas que trata: el feminismo y la forma de gobierno, entre otros. Si me dicen que esto va a ocurrir mientras gobierna Trump te digo que estoy convencida.

Cuenta una historia con la que sientes empatía porque parece que puede pasarte a ti mañana mismo. Que puede que se instaure una dictadura y nos quedemos todos con la mandíbula desencajada. Puede que mañana la  raza humana, debido al deterioro del medio ambiente, pierda la capacidad de concebir. Puede que existan nuevas normas sobre la fecundación, sobre los vientres de alquiler… Cosas que ya se están produciendo en nuestra sociedad actual.

 

#6. Personajes fuertes

Defred es uno de los mejores personajes que he leído. Es una mujer fuerte, cabezona, arriesgada, irónica e inteligente. Lo que más me gusta es esa ironía de sacar una sonrisa de los peores momentos y de ser capaz de llevar a su favor los pocos elementos que tiene.

En la serie está interpretada por Elisabeth Moss, que hace un personaje increíble, muy similar al del libro. No es que la autora cuente paso a paso como es el personaje sino que lo va describiendo a través de sus acciones y sus pensamientos, es algo que me ha impactado mucho.

el cuento de la criada

 

#7. La importancia de los pequeños detalles

Me he dado cuenta de que en los libros, como en la vida, la importancia está en los pequeños detalles. El Sr. B cuando hace unas lentejas no le quedan tan ricas como a mí… siempre dice que su cocina es «la cocina del odio» (porque odia cocinar y no le pone ningún interés). Sin embargo yo voy añadiendo pequeños detalles como el laurel, cortar las patatas «tronchándolas», cortar las zanahorias pequeñitas… esos pequeños detalles que hacen que mis lentejas estén más buenas (lo siento Sr. B pero es una realidad :))

En los libros pasa igual. Aparecen detalles que parecen sin importancia pero están colocados con todo el sentido para enriquecer la trama, los personajes, el mundo… El modo en el que se producen los partos, el modo en que las Marthas (otra de las figuras femeninas de las novelas) cambian su actitud dependiendo de con quién estén, el comportamiento de las criadas haciendo la compra… todos son detalles que te van describiendo el mundo en el que viven sin necesidad de grandes artificios.

 

#8. Cómo se cuece una distopia

Siempre dicen que llegar a un estado de terror no es algo que pase de un día para otro, que es algo que comienza con pequeños cambios que van en aumento. Generalmente se habla del símil de «cocer una rana». ¿Cómo cocerías una rana? No la puedes meter en agua hirviendo porque saltaría. Pero si la metes en un cazo con agua y poco a poco vas subiendo la temperatura, la rana estará cocida antes de que se dé cuenta (pobre rana…)

En El Cuento de la Criada se habla de como comienzan pequeños cambios que fueron, poco a poco, a más. Fueron sutiles y la gente no les daba importancia. O lo peor de todo: pensaban que no iba con ellos. Y esos cambios terminaron en lo que fue una sociedad fuera de toda lógica.

 

#9. Un final puede estropear una novela

Cuando veía que me quedaban pocas páginas para terminar la novela comencé a ponerme en lo peor…  No veía salida posible a todo aquello. Me parecía que era imposible que en esas páginas que quedaban se fuese a solucionar todo lo que estaba ocurriendo.

Al llegar a la última página me sentí engañada. No voy a contar el final, por supuesto, pero era un final que me pareció «tramposo».  Y me encantó la novela… pero también la odié… me quedó un mal sabor de boca.

Por suerte, la serie trata de este libro, con sus 10 capítulos y habrá una segunda parte. Así que espero que se resuelva el final de manera diferente a la novela.

el cuento de la criada

El cuento de la doncella, película alemana de 1990 que no consigo encontrar en castellano o doblada…

 

#10. Una novela siempre puede ser mejor

Y eso es lo que hace la serie. Esta es supervisada por la autora, sin embargo cambia pequeños detalles que la hacen más creíble y estos cambios se han producido con el consentimiento de ella. Al leerlos en el libro me parecía que estaban bien pero al verlos en la serie modificados me resultaron mejores.

Con esto me he dado cuenta de que cualquier novela puede ser mejorada, que puedes tener mil ideas y siempre habrá otro que las pueda tener mejores (tal vez peores).

 

Y tú… ¿Has visto la serie? ¿Has leído el libro? ¿Qué te han parecido? ¡Cuéntamelo en los comentarios!

 

MÁS SOBRE EL CUENTO DE LA CRIADA Y SU AUTORA


Sinopsis de la serie El Cuento de la Criada

Esta serie dramática basada en el premiado best-seller de Margaret Atwood, narra la vida distópica de Gilead, una sociedad totalitaria que antiguamente pertenecía a los Estados Unidos. Los desastres medioambientales y una baja tasa de natalidad provocan que en Gilead gobierne un régimen fundamentalista perverso que considera a las mujeres propiedad del estado. Una de las últimas mujeres fértiles es Defred (Elisabeth Moss), sirvienta de la familia del líder y una de las mujeres forzadas a la esclavitud sexual para llevar a cabo un último intento desesperado de repoblar un mundo devastado. En esta horrible sociedad en la que una palabra inadecuada podría acabar con su vida, Defred se abre camino entre jefes, sus esposas crueles, mujeres del hogar y sus compañeras sirvientas –de las que cualquiera podría ser una espía de Gilead– con un único objetivo: sobrevivir y encontrar a la hija que le arrebataron.

Puedes verla en HBO España (primer mes de suscripción gratuito)

Puedes comprar el libro de El Cuento de la Criada en Amazon

Otros libros de Margaret Atwood:

el cuento de la criada



guía de supervivencia del escritor novel

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9 Comentarios

  • Responder Eduardo Norte 3 agosto, 2017 at 13:29

    Hola MJ!
    Sin duda El cuento de la criada ha sido uno de los mejores descubrimientos del año para mi. Tanto el libro como la serie fueron unos mazazos emocionales, me dejaron pensando un largo rato y a estas alturas todavia no lo he superado. Qué gran obra de arte.
    Ahora, no estoy para nada de acuerdo contigo con lo que dices del final. Voy a hablar sin tapujos, así que si alguien no conoce el final quiere ver la serie o leer el libro, que sepa que SPOILER ALERT. Todo el libro está lleno de huecos, de cosas que se dejan sin saber (el nombre de la protagonista, qué ha pasado con su marido, qué está pasando en otras partes del mundo, cómo se vive en las colonias, cómo funciona Mayday…). Esa falta de información la compartes con Offred, porque ella (ni ninguna otra criada) tiene ni idea de de nada. Es una forma de ponerte al mismo nivel que la protagonista, te contagia su incertidumbre, su miedo. El final, para mi, es todo parte de esa estrategia. ¿Qué pasa con Offred? Pues no se sabe. Pero ella, tampoco. Ella hace un salto de fe, se entrega a los demás porque no tiene otra cosa. Me pareció una manera perfecta de cerrar un libro lleno de vacíos.
    Además, creo que la importancia de este libro no es Offred, sino la situación en si. Offred no es más que los ojos a través de los cuales observamos esta situación. En cierto sentido, qué pasa con ella es irrelevante. Ella no es más que un elemento muy pequeño de esa sociedad enferma y podrida que Atwood nos presenta. El final te deja con una sensación de vacío, de ¿y ahora qué?, incluso de miedo. No satisface, es verdad, pero es precisamente lo que se pretende. Para mi, fue el final que el libro necesitaba.
    Pero bueno, entiendo tu postura, porque no te da ninguna solución a la vida de Offred. Creo que la serie, al estar enfocada de forma más comercial, está llenando todos los huecos que deja el libro, incluido el final. Y me parece muy acertado, además. Creo que son dos maneras diferentes de abordar una historia magistral.
    Un abrazo, y buen post! 🙂

    • Responder MJ 16 agosto, 2017 at 12:02

      Perdona mi tardanza en contestar.

      He vuelto a leer tu comentario porque cuando lo hice estaba fuera de casa y los leí muy deprisa. Entiendo perfectamente lo que quieres decir y desde tu punto de vista es totalmente comprensible lo que dices. Lo que pasa es que a mi esa clase de finales no me gustan… pero es más bien un problema mío. Y me parece que en este tipo de género es difícil llegar a un «final satisfactorio» sin fastidiar un poco la novela.

      Muchas gracias por explicar tu punto de vista. Me ha hecho pensar.

      ¡Un beso!

  • Responder Mmar González 4 agosto, 2017 at 10:52

    Hola MJ.
    A mi también me ha encantado el libro de ‘El cuento de la criada’ aunque aún tengo pendiente de ver la serie.
    Respecto al final de la novela, comentarte que en mi caso no sentí que fuese un final tramposo, sino más bien predecible. No por ello me decepcionó, pero con a falta de un capítulo para acabar, y ya con todas las cartas sobre la mesa, tenía claro que el final no podía ser cerrado y ni mucho menos feliz. Creo que en caso de ser de otra forma sí que me hubiese sentido engañada, aunque para gustos colores. Lo hermoso de la literatura es que cada uno nos asomamos al mundo que nos ofrece desde nuestra propia perspectiva.

    Respecto a la serie y el tema de mejorar el libro. Uf. La experiencia me tira para atrás, ya me paso con ‘Orange is the new black’. La primera temporada está adaptada punto por punto de la genial novela autobiográfica de Piper Kerman. Trás ello encontramos una serie de temporadas donde, a mi modo de ver, se hace un intento de seguir las pautas de la primera consiguiéndolo bastante bien en la segunda temporada pero no así en las siguientes.

    En fin, habrá que esperar a ver como se desarrollan los acontecimientos. Cuando vea la serie te cuento.
    Un abrazo, nos leemos.

    • Responder MJ 16 agosto, 2017 at 12:04

      A mi la serie me parece mejor. Tiene pequeños cambios que la hacen más «completa». Y al estar supervisada por la autora entiendo que le han parecido cambios a mejor. Y sobre todo me gusta el punto de que el universo del libro es muy, muy interesante y merece un desarrollo mayor. Como que te apetece saber más de ese mundo… y sobre todo te dan ganas de que todos se lleven su merecido (jajaja, soy así de vengativa). Y para eso sólo podemos esperar a la segunda parte.

      ¡Un beso muy fuerte!

  • Responder Nicholas Avedon 5 agosto, 2017 at 23:38

    El final es un artificio que no se sostiene, como otras partes del libro, pero el final especialmente… es muy decepcionante. Buen post MJ.

    • Responder MJ 16 agosto, 2017 at 12:05

      (dilo bajito a ver si te van a pegar ;))

  • Responder SUSANA 25 septiembre, 2017 at 17:20

    He visto la serie, pero no me he leído el libro (ni ganas). Cuando, por las criticas y consejos, esperas que esta sea la serie que cambie tu vida (en esta temporada)… evidentemente , es difícil que así ocurra. Las altas expectativas han hecho que la serie me haya parecido lenta, esperando hasta el último capítulo para que pasé algo, la protagonista no me ha sugerido nada… ni he podido empatizar con ella (con lo chungo que lo tiene)… Predecible: con la frase ‘¿Te imaginas un mundo donde las mujeres fértiles son sólo recipientes para tener hijos para otras mujeres mejor posicionadas?’, ya puedes dar por desarrollado el 80% de lo que sucede.
    Seguro que la visión que da Eduardo Norte del libro te crea un desasosiego que no consigue la serie por esa necesidad de dar al telespectador una visión más completa y comercial de la historia.
    Pocas ganas de saber qué le va a ocurrir a partir de ahora a Offred (yo la habría dejado en la casa dando a luz al pequeño); la razón por la que seguiría viendo la segunda temporada es por conocer qué se cuece en los bajos fondos de Gilead, eso si me parece interesante.

    Un saludo!!

  • Responder Lluvia Beltrán 16 julio, 2018 at 13:10

    Aun a riesgo de que se me echen encima… A mí la primera temporada de la serie me gustó mucho, sin embargo la segunda me está pareciendo «de relleno», como si quisieran explotar la gallina de los huevos de oro (como hacen en tantas otras series), pero lo digo sin haber terminado aún de verla (eso sí). Con respecto al libro, me empeñé en leerlo antes de animarme con la serie, fui igual de ansiosa que tú en ese sentido. Sin embargo, a mí me pareció bastante tedioso. La historia me encantó y horrorizó a partes iguales, pero el ritmo me resultó muy lento, como si no pasara nada en realidad a parte de los flashbacks. Y el final, opino al igual que tú: decepcionante, como si no hubiera sabido cómo acabarlo.
    Lo bueno es que gracias a la historia he conocido a la autora, y me quedo además con lo mucho que me gustó la primera temporada de la serie.
    Me ha encantado tu post, por cierto.
    Un saludo.

  • Responder 3 novelas de la literatura distópica que no me gustaron y 6 que sí, pero... - Simplemente MJ 17 mayo, 2021 at 19:28

    […] tanto como está escrita sino la premisa de la historia. Hace tiempo, escribí un artículo sobre lo que aprendí como escritora leyéndola. Sin embargo, el final no me gustó, me pareció tramposo. No puedo decir mucho más sin […]

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